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Ocasos en el Parque del Agua con AFZ (Asociación de Fotógrafos de Zaragoza)

Hace tres semanas ya, poco antes de salir de viaje hacia Corea del Sur, la Asociación de Fotógrafos de Zaragoza - AFZ, la que pertenezco, organizó una actividad en el Parque del Agua de la ciudad con el fin de trabajar los atardeceres y las puestas del sol, y que los asociados más bisoños pudieran contrastar conocimientos y opiniones con las más experimentados. La tarde fue muy agradable. A mí me apetecía mucho ir. Pero tuve una tarde de locos, muy apresurada. De hecho, por no leer bien la convocatoria llegué diez minutos tarde, aun pensando que llegaba veinte minutos pronto... un lío. Este apresuramiento tuvo consecuencias como veréis.

Opté por llevar la Hasselblad 503CX, con su trío de objetivos de 50, 80 y 150 mm de Carl Zeiss, es decir, gran angular, estándar y teleobjetivo corto. Y como material sensible, Kodak Ektar 100, la más apropiada para paisajes y con un grano muy fino. También llevaba la Leica M2 con el Summicron 35/2 ASPH, porque la había estado utilizando unos días antes en la sierra de Armantes y quería terminar el carrete. Aquí empezaron los problemas, porque al rato me di cuenta de que había cargado mal el carrete y estaba haciendo fotos en la nada.

El apresuramiento de la tarde me hizo cometer un segundo error. Cogí un respaldo equivocado. Para la Hasselblad tengo tres respaldos de película, todos ellos para formato 120. Dos A12 de distintas épocas pero que funcionan igual, que me ofrecen 12 fotogramas de 56 x 56 mm, y un A16S que me ofrece 16 fotogramas de tamaño superslide, o sea 40 x 40 mm. En este hay un factor de recorte. Y para saber cómo componer hay que poner una máscara en el visor... que yo no llevaba. Componía para 56 x 56 mm, más amplio de lo debido, lo cual iba a causar problemas en el resultado final. Me di cuenta cuando llegué a 12 exposiciones y comprobé que la cámara me dejaba hacer una decimotercera. El caso es que a pesar de todo un porcentaje elevado de los fotogramas son salvables. No está todo lo que yo quería sacar en la foto, pero lo que sale no queda mal.

La película Kodak Ektar 100 es la preferida en estos momento por mucho fotógrafos para fotografía paisajística, por sus colores vivos, saturados. Siendo más sencilla de manejar que las Velvia, antiguas y modernas, diapositivas en color de Fujifilm que tienen una latitud de exposición muy reducida y son muy difíciles de exponer, precisando constantemente el uso de filtros degradados. Con la Ektar, esto no pasa. Bien Es cierto que me cuesta acostumbrarme a la forma en que reproduce los tonos rojos,... lo que hace que incluso para paisaje prefiera muchas veces la familia de las Portra, aunque sus colores sean menos vivos.

Las fotografías que presento aquí están sin retocar, son como me las entregado directamente tras ser digitalizadas por Revelatum Revelado Analógico. Y se aprecia la intensidad de los tonos rojizos del ocaso. Menos en la serie de las plumas que Beatriz buscó... Ahí los tonos variaban según los cielos que nos cubrían en cada momento.

La tarde terminó tranquila, aunque con un regusto amargo por los errores cometidos. Aun hice un par o tres de fotos estimando adecuadamente el encuadre. Digo estimando porque al no llevar encima la máscara adecuada al respaldo, me tenía que imaginar los márgenes del mismo.

Un poco rabioso por esta concatenación de errores, al día siguiente, que tuve la tarde mucho más tranquila, con el viaje ya completamente preparado y sin grandes obligaciones por estar de vacaciones, volvía a cargar la Hasselblad, esta vez con el respaldo adecuado, y otro rollo de Ektar 100. También me llevé la Fujifilm GS645S Wide 60 con un rollo de Bergger Pancro 100, cuyas fotos mostré este domingo pasado. Cada vez me gusta más esta película francesa en blanco y negro, que ofrece unos resultados, con unos negros profundos, que me gustan mucho. Incluso si el revelado que le di no fue el más adecuado.

He de decir que las condiciones de la puesta de sol no estaban tan buenas como el día anterior. Había pocas nubes. El cielo estaba muy limpio, por lo que los tonos fueron más bien amarillos hasta el final, aunque la Ektar reproduzca algunos de los tonos amarillos-anaranjados como rojizos. Y hubo una transición muy brusca de luz a no luz. Pero bueno, también tuve la anécdota de entablar relación con unos pescadores que se dedicaban a coger unos pececillos que se tiraban a las cucharillas, los señuelos que se usan para pescar, como locos.

Paseo en Búbal y comida en Jaca con la Hasselblad - Comparando las Kodak Ektar 100 y Portra 160

Justo el día en que la marca sueca de cámaras fotográficas Hasselblad decidía presentar su cuca X1D (enésima cámara en cuyo nombre aparece una combinación de estas letras y número), decidí que a la salida de Fotógraf@s en Zaragoza al pantano de Búbal, con comida tradicional a base de migas y ternasco en Jaca, me iba a llevar mi Hasselblad 503CX. Me llevé los tres objetivos, y los tres los usé; todos firmados por Carl Zeiss, el Distagon 50/4, el Planar 80/2,8 T y el Sonnar 150/4. Junto con mis dos tubitos de extensión por si convenía acercarse a algún motivo. Y así fue.

Primero y antes que nada, os presentaré a los presuntos implicados de esta historia. Los aficionados a la fotografía de FeZ.

Me llevé película de dos tipos... tres en realidad. Por un lado la Kodak Ektar 100, película negativa en color que ofrece un saturación aumentada de los colores y se ve más apropiada para el uso en paisajes. Dos carretes, 24 exposiciones en total, fueron los que usé en primer lugar de este tipo de película. Recientemente había escuchado a Matt Day hablar maravillas de esta película (en inglés) en las condiciones en las que íbamos. Paisajes a horas "inconvenientes", cuando el sol ya está alto sobre el horizonte, la luz es dura, y encima es verano con sus calimas que dan un tono azulado a todo por la dispersión de la luz.

Todos los revelados realizados por Carmencita Film Lab en tamaño XL, es decir unos 25 megapíxeles. Han empezado a ofrecer un revelado XXL que creo que permitirá obtener archivos de entre 40 y 50 megapíxeles a partir de los negativos de formato medio. De momento no necesito tanto.

Lo cierto es que sin que la sensación sea negativa, los resultados producidos por la Ektar me causan cierta desazón. No son del todo positivos. Probé también alguna fotografía de aproximación... para ver que tal.

Las sombras se salvan por poco. Esta película tiene una dinámica, una latitud de exposición, más limitada que otros negativos en color. He decir que en el 90% de los casos medí la luz por estimación... es decir, día soleado con una película de 100 ISO es igual a una exposición de f/16 y 1/125 s. En realidad, la mayor parte de las fotografísa están tomadas a f/8 y 1/500 s, una solución similar, con algunas a f/11 y 250 s si precisaba más profundidad de campo. No es posible usar f/5,6 o menores, puesto que la velocidad de obturación máxima del obturador central de los objetivos Carl Zeiss es de 1/500 s. Salvo en algún caso que estimé la exposición para las sombras, multiplicando por 2 o por 4 la exposición.

Cuando terminé los dos carretes Ektar, pasé a la Kodak Portra 160, una película de uso más general y que se lleva muy bien con los retratos. Pero sigamos con los paisajes y las fotografías de aproximación.

Con una dinámica más amplia y un menor contraste, me siento mucho más cómodo con esta película en estas circunstancias de toma. Supongo que en un amanecer o un atardecer, con los tonos cálidos del alba o el ocaso, y un contraste más ajustado, la Ektar 100 funcionará mejor. Pero en las horas centrales del día, definitivamente, esta Portra 160 es de elección para mi gusto.

Pero las Portra, tanto las 160 como las 400, fueron inventadas en un principio para retratos, aunque ahora se hayan convertido en su evolución en unas películas todo terreno. Hice algunos retratos. La mayoría en interior. Y ahí, estas películas son excelentes. Cuando terminé con las 24 exposición de los dos carretes de Portra 160, aún puse uno de Portra 400, que cuando hay luz suficiente disparo a un índice de exposición de 200. Y sin problemas.

Por supuesto, realizar retratos no posados sino improvisados con una Hasselblad, especialmente en interior o semiinterior, tiene su complicación. Con exposiciones de f/2,8-f/4 y 1/60 s, hay que tener mucho cuidado de conseguir enfocar con precisión. A f/2,8 la profundidad de campo es equivalente a un f/1,4 o más abierto en el formato pequeño de 24x36. Y 1/60 s es el límite para usar a mano el objetivo estándar del Hasselblad, el 80 mm (focal equivalente en 24x36, 45 mm aproximadamente). Pero en cualquier caso, es divertido.

Me despido con unas flores. Y hasta la próxima. Fue un día espléndido. Un buen principio de vacaciones.